Agendar

Hemos hablado del tratamiento, sus cuidados  y los tipos de implantes de acuerdo al caso de cada paciente. Esta vez, hablaremos de las patologías que pueden comprometer su instauración en la boca y por consiguiente de las prótesis que soportan; además de los posibles tratamientos aplicados en nuestro centro de implantologia oral .

Según las investigaciones y expertos, la patología más grave es la periimplantitis ¿por qué? porque supone una pérdida progresiva del hueso que soporta el implante, seguidamente de una inflamación de la mucosa que rodea al implante y la causa suele ser el acúmulo bacteriano alrededor de los elementos protésicos. Es decir,  la llegada de esas bacterias en la mucosa y la inflamación darán como resultado la pérdida irreversible del tejido óseo que rodea al implante.

¿A cuántas personas puede afectar esta enfermedad?

Se estima que la perimplantitis puede llegar a afectar a una de cada 3 o 4 personas que llevan implantes. Así mismo, puede afectar a uno de cada 4 o 5 implantes colocados en boca.

La aparición de perimplantitis puede variar entre unas personas y otras pero se estima que puede empezar hacia los dos y tres años después de que un implante se encuentra funcionando (Derks y col. 2016). Esto puede hacerse más evidente a partir de los cinco años y según los criterios utilizados para diagnosticarla.

¿Cuáles pueden ser los factores?

Existen múltiples de riesgo para el desarrollo de perimplantitis pero los más relevantes serían:

– Factores relacionados con el huésped como la predisposición genética o la presencia de enfermedades sistémicas o locales como la periodontitis

–  Asociados con el ambiente, como el tipo de bacterias que residen en la boca o microbioma

–  Con el estilo de vida como la higiene bucal diaria, el tabaco, la dieta o el estrés

– Depende del tipo de implante y el tipo de prótesis

–  A fines con los tejidos duros y blando que rodean al implante

Sobre el tratamiento de la Perimplantitis en el centro de implantologia oral de Dentistas por Chile

Supone uno de los mayores retos hoy en día para las clínicas dentales. Si comenzamos en orden, en primer lugar el clínico debe decidir si vale la pena tratar el implante o implantes afectados y por lo tanto conservarlos, o en su defecto explantarlos y replantear las opciones terapéuticas.

Primera fase en el centro de implantologia oral de Dentistas por Chile

Si se opta por tratar el implante debemos comenzar por una fase no operatoria para intentar eliminar al máximo los depósitos bacterianos duros y blandos de la bolsa periimplantaria, y así conseguir desinflamar los tejidos periimplantarios. Se puede realizar mediante instrumentación mecánica ultrasónica o sónica y con puntas especiales para implantes, o sistemas de abrasión mediante aire y polvo que han mostrado muy buenos resultados en los estudios clínicos. Así mismo se pueden utilizar instrumentos manuales como curetas con puntas activas de titanio para completar la instrumentación mecánica.  Se suele acompañar del uso de antisépticos de amplio espectro como la clorhexidina combinada con el cloruro de cetilpiridinio para disminuir las especies más periodonto patógenas del medio bucal.

Segunda fase

En una segunda fase hay que realizar tratamiento quirúrgico para intentar disminuir las bolsas y por lo tanto mejorar la higienización por parte del paciente y del higienista en los futuros mantenimientos. En la fase quirúrgica se debe exponer toda la lesión y evaluar el componente infraóseo de la misma. Si éste es importante puede optarse por realizar regeneración mediante sustitutos óseos que rellenen el defecto. Previamente la superficie del implante debe descontaminarse mediante compuestos químicos como peróxido de hidrógeno o clorhexidina. En la parte supraósea puede realizarse implantoplastia para mejorar la higiene de esa zona del implante que puede quedar expuesta mediante una reposición apical del colgajo.

Finalmente habrá que realizar un seguimiento minucioso del caso en el tiempo para observar la evolución del mismo. Como siempre, una higiene bucal metódica y efectiva, junto con mantenimientos periódicos en la clínica, harán que las opciones de éxito aumenten de forma considerable.